Para ello, la seño Valle copió las mismas flores para que los niños las pudiesen colorear y pegarlas encima de las que ya venían en la tarjeta y así darle volumen. Además, hemos usado unos troquelados, en concreto una mariposa y un corazón que nos sirvió para que los niños escribieran su mensaje.
Doblada adecuadamente, nuestra tarjeta podía sujetarse en pie, aunque también os enseño la versión realizada por los peques de la clase de al lado. ¿Os gusta?