Pertenezco a una generación incapaz de tirar un bote o una caja. Cuando era pequeña encontrar una caja de cartón resistente o no digamos de lata, era encontar un tesoro: ya tenías cunita o armarito para las muñecas, o caja de tesoros ...
Por eso fue ver esta caja de calcetines y darle utilidad. Me serviría para ordenar las ceras. No me gustaba la manera en que las tenía organizadas porque las bandejas estaban llenas, los niños las tiraban y había muchas que no se usaban (las de los colores oscuros ni se usan ni se parten, son eternas). Tampoco las tiras porque siempre llega el día en que necesitas un montón de ceras negras para pintar murciélagos, o verde para hojas de árboles o cosas así. Además las pequeñitas son ideales para pintar "tumbadito" (cuando lo prueban se acabaron los fondos blancos acaban pintandolos todos de esta manera).
Total que con mi caja y poco más he preparado mi organizador de ceras.
Ahora tienen en las bandejas de su mesa una cantidad de ceras razonables y acuden al organizador cuando necesitan algo de aquí. Llevan usándolo una semana y sigue la mar de ordenadito.