Hoy 30 de enero en todos los centros educativos de todos los niveles hemos celebrado el Dia de la Paz. Para los pequeños cuentos, canciones, palomas y juegos y para los mayores conociendo la vida de aquellas personas que han contribuido a las paz.
En los días previos hemos preparado el ambiente realizando una medalla -igual a la del año pasado, aunque en más colores- y hemos coloreado una mano -de color azul-. Hoy, además de la ficha del método...
...hemos escuchado el siguiente cuento:
Un día, todos los colores del mundo empezaron a
discutir entre ellos, ya que cada uno pretendía ser el mejor, el más
importante, el más bello, el más útil, el favorito de todos.
El verde afirmó: "Soy el más esencial, es innegable.
Represento la vida y la esperanza. He sido escogido como la hierba, los
árboles y las hojas. Sin mí, los animales morirían. Mirad el campo y
veréis que soy el que más presente está."
El azul tomó la palabra: "Tú sólo piensas en la
tierra, pero olvidas el cielo y el océano. Es el agua la base de la
vida. Y el cielo nos da el espacio, la paz y la serenidad. Sin mí,
ninguno de vosotros seríais nada."
El amarillo se rió ante esas palabras: "Que gracia
que me hacéis los dos. Yo aporto la risa, la alegría y el calor al
mundo. La prueba es que el sol es amarillo, al igual que la luna y las
estrellas. Cada vez que miráis un girasol, el os demuestra que yo soy
la vida. Sin mí, no habría ningún placer en esta tierra."
El naranja elevó su voz entre el tumulto: "Soy el
color de la salud y de la fuerza. Tal vez me ven menos a menudo que a
vosotros, pero soy útil para las necesidades de la vida humana.
Transporto las vitaminas más importantes. Pensad en las zanahorias, en
las calabazas, en las naranjas, en los mangos, en las papayas,... No
estoy presente todo el tiempo, pero cuando coloreo el cielo en los
amaneceres o atardeceres, mi belleza es tal que se fija ya en vosotros,
sólo en mí."
El rojo que se había mantenido al margen hasta ese
momento, tomó la palabra alto y fuerte: "Yo soy el jefe de todos los
colores, porque soy la sangre, la energía de la vida. Soy el color del
peligro y de la valentía. Siempre estoy dispuesto a pelearme por una
causa. Sin mí, la tierra estaría tan vacía como la luna. Soy el color
de la pasión y del amor, de la Rosa roja, de la Poinsetia y de las
Amapolas."
El púrpura se levantó y habló dignamente: "Yo soy el
color de la realeza y del poder. Los reyes, los jefes y los obispos
siempre me escogieron porque soy el signo de la autoridad y de la
sabiduría. La gente no me interroga: me escuchan y obedecen."
Finalmente, el índigo tomó la palabra, con mucha más
calma que los demás, pero con la misma determinación: "Pensad en mí.
Soy el color del silencio. Quizás no me hayáis visto, pero sin mí
seríais insignificantes. Represento el pensamiento y la reflexión, la
sombra del crepúsculo y las profundidades del agua. Me necesitáis para
el equilibrio, el contraste y la paz interior."
Y así los colores continuaron jactándose, convencidos
cada uno de ellos de su propia superioridad. Su disputa se hizo cada
vez más fuerte. Pero de repente, un relámpago apareció en el cielo y el
trueno gruñó. La lluvia comenzó a caer fuerte. Inquietos, los colores
se acercaron unos a otros para sentirse seguros.
Y en medio del clamor, la lluvia tomó la palabra:
"¡Idiotas! ¡No dejáis de discutir y cada uno intenta mandar sobre los
demás! ¿¡No sabéis que cada uno de vosotros existís por una razón
especial, única y diferente? ¡¡Juntad vuestras manos y venid conmigo!!"
Los colores obedecieron y unieron sus manos.
Y la lluvia prosiguió: "De ahora en adelante, cuando
llueva, cada uno de vosotros atravesará el cielo para formar un gran
arco de colores y demostrar que podéis vivir juntos en armonía. El arco
iris es un signo de esperanza para la vida. Y cada vez que la lluvia
lave el mundo, un arco iris aparecerá en el cielo, para recordar al
mundo que debemos amarnos los unos a los otros. "
Y por eso, lo de la mano. Cada clase ha elegido un color y con todas ellas hemos hecho el siguiente mural.
Al final una gimkana de juegos: la telaraña, abrazos musicales, el túnel, saquitos de arena, el paracaídas y los aros.